jueves, 24 de octubre de 2013

¿Por qué lloras?


¿Por qué lloras mamá? 
Le preguntó un niñito a su madre... 
Porque soy una mujer le contestó ella. 

Pero “no entiendo”, dijo el niño. 
Su madre se inclinó hacia él y abrazándole le dijo: 
Y nunca lo entenderás mi amor. 

Más tarde el niñito le preguntó a su papá. 
¿Por qué mamá llora siempre sin ninguna razón? 
“Todas las mujeres lloran siempre por ninguna razón”… 
era todo lo que el padre podía contestar. 

El pequeño niño creció y se convirtió en todo un hombre, 
preguntándose aun, por qué será que las mujeres lloraban sin razón.

Un día el niño convertido en un hombre, 
se arrodilló y le preguntó a DIOS: 
DIOS... ¿por qué lloran tan fácilmente las mujeres? 

Y DIOS le dijo... 
“Cuando hice a la mujer tenía que crear algo especial, 
hice sus hombros lo suficientemente fuertes, 
como para cargar el peso del mundo entero, 
pero a la vez lo suficientemente suaves como para confortarlo; 
le di una inmensa fuerza interior, 
para que pudiera soportar al dar a luz, 
y también hasta el rechazo que muchas veces proviene de sus propios hijos.
Le di la fortaleza que le permite seguir adelante cuidando de su familia sin quejarse, 
a pesar de las enfermedades y la fatiga, aun cuando otros se rindan. 
Le di la sensibilidad para amar a sus hijos bajo cualquier circunstancia, 
aún cuando esos hijos la hayan lastimado mucho… 
Esa misma sensibilidad, que hace que cualquier tristeza, 
llanto o dolor del niño desaparezca y que le hace compartir las ansiedades, 
dudas y miedos de la adolescencia. 
Le di la fuerza suficiente para que pudiera perdonar a su esposo de sus faltas, 
y la moldeé de una de sus costillas para que ella pudiera cuidar de su corazón.
Le di la sabiduría para saber que un buen esposo nunca lastimaría a su esposa, 
y también, a veces, le pongo a prueba para medir su fuerza y determinación 
para mantenerse a su lado a pesar de todo. 

Pero hijo, para poder soportarlo todo 
le di las LÁGRIMAS y son de ella exclusivamente, 
para usarlas cuando las necesite: 
al derramarlas vierte un poquito de amor en cada una, 
que se desvanece en el aire y salva a la humanidad. 

¡GRACIAS DIOS! por haber creado a la mujer.
Ahora comprendo el sentir de mi madre, hermana o esposa…
respondió el hombre con un fuerte suspiro en sus labios

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