lunes, 29 de septiembre de 2014

Oportunidad (I.V.)



Cuando la gran biblioteca de Alejandría se quemó, dice la leyenda, que un libro se salvó. Pero no era un libro valioso; así que un hombre pobre que podía leer un poco, lo compró por unos cuantos centavos.
El libro no era muy interesante, pero entre sus páginas había algo de veras interesante. ¡Era una delgada lámina de pergamino sobre el cual estaba escrito el secreto de la “piedra de toque”!
La piedra de toque era una piedrecilla que podía convertir cualquier metal común en oro puro. La escritura explicaba que yacía entre miles y miles de otras piedrecillas que se veían igual que ella. Pero el secreto era este: la piedra genuina estaría cálida, mientras que las demás están frías. Solo había que buscarla.
Así que el hombre vendió sus pocas pertenencias, compró algunos suministros básicos, acampó en la playa y comenzó a probar las piedrecillas.
Él sabía que si recogía piedras ordinarias y las tiraba de nuevo por estar frías, podría recoger la misma piedrecilla cientos de veces. Así que cuando sentía que una estaba fría, la tiraba al mar. Invirtió un día completo haciendo esto, pero ninguna de ellas resultó ser la piedra del toque. Sin embargo él continuó haciéndolo. Recogía una piedrecilla. Fría: la tiraba al mar. Recogía otra. La tiraba al mar.
Los días se convirtieron en semanas y las semanas en meses. Un día, sin embargo, después del mediodía, recogió una piedrecilla y esta estaba caliente. La tiró al mar antes de darse cuenta de lo que hacía. Había desarrollado un hábito tan fuerte de tirar cada piedrecilla al mar que cuando encontró la que buscaba, la tiró cuando se percató que la última está caliente ya era muy tarde...
Así pasa con la oportunidad. A menos que estemos atentos, es fácil fallar en reconocer una oportunidad cuando se nos presenta y es igual de fácil echarla por la borda.

jueves, 25 de septiembre de 2014

SUEÑO


Una vez en el lugar más hermoso del universo vivía un niño llamado Sueño, el cual anhelaba crecer y conocer otros mundos.
Sueño se la pasaba por allá en lo alto, por las nubes jugando y jugando todo el día.

Una vez Sueño se dio cuenta que él no crecía como crecían sus amigos, además empezó a sentirse muy débil y poco a poco perdió sus ganas de jugar.

Un gran día, llegó un mensajero que llevaba consigo un maletín muy especial que contenía alimentos para así fortalecer y hacer crecer a Sueño.

Desde el mismo instante en que aquel mensajero llegó, Sueño empezó a sentirse mejor y mejor, ya que cada día aquel mensajero lo alimentaba con aquellos manjares.

Muchos caldos de constancia con fuerza, platos muy nutritivos de voluntad y trabajo, postres hechos a base de paciencia, fantásticos jugos hechos con decisión y lo más importante tratándolo con mucha confianza.

Sueño creció y creció, y llegó a dejar de ser Sueño para convertirse en Meta y, claro que siguió jugando pero ya no por las nubes, sino aquí en la Tierra, cada vez más conoció otros mundos, mundos como la felicidad y la satisfacción, y un día no muy lejano, Meta dejó de ser Meta y se transformó en REALIDAD.

¡¡¡¡HAZ QUE TUS SUEÑOS SE CONVIERTAN EN REALIDAD!!!!


miércoles, 24 de septiembre de 2014

Flores alrededor del camino (I.V.)


Un cargador de agua en la India tenía dos grandes vasijas que colgaban a los extremos de un palo que él llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas tenía una grieta, mientras que la otra era perfecta y entregaba el agua completa al final del largo camino a pie desde el arroyo hasta la casa de su patrón.
Cuando llegaba, la vasija rota solo contenía la mitad del agua. Por dos años completos esto fue así diariamente. Desde luego la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, perfecta para los fines para la cual fue creada.
Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque solo podía conseguir la mitad de lo que se suponía debía hacer. Después de dos años le habló al aguador diciéndole:
- Estoy avergonzada de mi misma y me quiero disculpar contigo...
- ¿Por qué? le preguntó el aguador.
- Porque debido a mis grietas, solo puedes entregar la mitad de mi carga. Debido a mis grietas, solo obtienes la mitad del valor de lo que deberías.
El aguador se sintió muy apesadumbrado por la vasija y con gran compasión le dijo:
- Cuando regresemos a la casa del patrón quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino.
Así lo hizo y en efecto vio muchísimas flores hermosas a todo lo largo, pero de todos modos se sintió muy apenada porque al final solo llevaba la mitad de su carga.
El aguador le dijo:
- ¿Te diste cuenta de que las flores solo crecen en tu lado del camino?, siempre he sabido de tus grietas y quise obtener ventaja de ello, sembré semillas de flores a todo lo largo del camino por donde tú vas y todos los días tú las has regado. Por dos años yo he podido recoger estas flores para decorar el altar de mi maestro. Sin ser exactamente como eres, Él no hubiera tenido esa belleza sobre su mesa.


lunes, 22 de septiembre de 2014

Todo pagado...


Un joven que pagaba sus estudios trabajando de vendedor ambulante, sentía hambre pero no tenía dinero para almorzar. Decidió vencer la vergüenza que le daba mendigar y pedir algo de comer en la próxima puerta que tocase. No obstante, perdió su nervio cuando una hermosa joven le abrió la puerta. En lugar de pedir comida pidió solo un vaso de agua.
Ella, sin embargo, se apiadó de el y le trajo un vaso de leche. El se lo tomó tímidamente y preguntó:
- ¿Cuanto le debo?".
- No me debe nada, respondió ella. Mi madre nos enseñó a nunca aceptar pago por hacer un favor.
- Entonces le agradezco de corazón, respondió el joven.
Aquel joven llamado Howard Kelly se fue de aquella casa, no solo sintiéndose fortalecido en su cuerpo sino también en su fe en Dios y en la humanidad. Antes del incidente estaba pensando en rendirse y renunciar.
Muchos años más tarde aquella joven, ya mayor, se enfermó gravemente. Los doctores locales estaban muy preocupados. Finalmente la enviaron al hospital de una gran ciudad donde practicaba un famoso especialista en aquella enfermedad.
Cuando el médico se dio cuenta del nombre de su nueva paciente y del pueblo de procedencia, inmediatamente se levantó y fue a verla. La reconoció inmediatamente. Volvió a su oficina resuelto a hacer todo lo posible para salvar su vida. La lucha fue larga pero la señora se salvó.
Por su parte la señora andaba muy preocupada sabiendo que el precio de su estancia en el hospital sería astronómico. Sin que ella supiese, el doctor envió órdenes que le pasaran a él la cuenta final. Después de examinarla escribió un mensaje al pie de la cuenta antes de que fuese enviada a la señora.
Ella abrió aquella cuenta con gran temor, pensando que pasaría el resto de sus días pagándola. Finalmente miró y cual fue su asombró cuando leyó al pie de la lista de enormes cifras:
Todo pagado por completo... con un vaso de leche.

Firmado: Dr. Howard Kelly.


jueves, 18 de septiembre de 2014

La cuerda de la vida (I.V.)


Cuentan que un alpinista desesperado por conquistar el Aconcagua, inició su travesía después de años de preparación.
Pero quería la gloria para él solo, por lo tanto subió sin compañeros. Empezó a subir y se le fue haciendo tarde, y más tarde. No se preparó para acampar, sino que siguió subiendo decidido a llegar a la cima, hasta que se hizo la oscuridad. La noche cayó con gran pesadez en la altura de la montaña; ya no podía ver absolutamente nada. Todo era negro, cero visibilidad, no había luna y las estrellas estaban cubiertas por las nubes.

Subiendo por un acantilado, a solo 100 metros de la cima, resbaló y se desplomó por los aires... Caía a una velocidad vertiginosa, sólo podía ver veloces manchas más oscuras que pasaban en la misma oscuridad y la terrible sensación de ser succionado por la gravedad. Seguía cayendo... y en esos angustiantes momentos, le pasaron por su mente todos los gratos y no tan gratos momentos de su vida.
Pensaba que iba a morir; sin embargo, de repente sintió un tirón muy fuerte que casi lo partió en dos. Si como todo alpinista experimentado, había clavado estacas de seguridad con candados a una larguísima soga que lo amarraba de la cintura. Después de un momento de quietud, suspendido por los aires, gritó con todas sus fuerzas:
- "¡¡¡Ayúdame Dios mío!!!..."

De repente una voz grave y profunda de los cielos le contestó: - "¿QUÉ QUIERES QUE HAGA, HIJO MIO?"

- "Sálvame, Dios mío "

- "¿REALMENTE CREES QUE TE PUEDA SALVAR?"

- "Por supuesto, Señor "

- "ENTONCES CORTA LA CUERDA QUE TE SOSTIENE..."

Hubo un momento de silencio y quietud. El hombre se aferró más a la cuerda y reflexionó...

Cuenta el equipo de rescate que al día siguiente encontraron colgado a un alpinista muerto, congelado, agarrado fuertemente con las manos a una cuerda... A TAN SOLO DOS METROS DEL SUELO.


¿Y tú ? ¿Qué tan confiado estás de tu cuerda?
¿Por qué no la sueltas?
A veces hay que confiar en lo desconocido...nunca se sabe...

miércoles, 17 de septiembre de 2014

¿Qué somos?....RETOMANDO LA VUELTA

Hay personas Estrella y hay personas Cometa.
Los Cometa pasan. 
Apenas son recordados 
por las fechas que pasan y vuelven. 
Los Estrella, en cambio, permanecen.

Hay mucha gente Cometa.
Pasa por nuestra vida apenas por instantes;
no cautiva a nadie, y nadie la cautiva.
Es gente sin amigos, que pasa por la vida
sin iluminar, sin calentar, sin marcar presencia.

Así son muchos artistas.
Brillan apenas por instantes
en los escenarios de la vida.
Y con la misma rapidez que aparecen, desaparecen.

Así son muchos reyes y reinas:
de naciones, de clubes deportivos
o concursos de belleza.
También entran los hombres y mujeres
que se enamoran y se dejan enamorar
con la mayor facilidad.

Así son las personas que viven
en una misma familia y pasan al lado de otro
sin ser presencia, sin existir.

Lo importante es ser Estrella.
Hacer sentir nuestra presencia,
ser luz, calor, vida.
Los amigos son Estrella.
Los años pueden pasar, pueden surgir distancias,
pero en nuestros corazones quedan sus marcas.

Ser Cometa no es ser amigo, es ser compañero
por instantes, explotar sentimientos,
aprovecharse de las personas y de las situaciones.
Es hacer creer y hacer dudar al mismo tiempo.

La soledad es el resultado de una vida Cometa.
Nadie permanece, todos pasan.
Y nosotros también pasamos por los otros.

Es necesario crear un mundo de personas Estrella,
verlas y sentirlas todos los días, contar con ellas
siempre, ver su luz y sentir su calor.
Así son los Amigos: estrellas en nuestras vidas.

Se puede contar con los amigos.
Ellos son refugio en los instantes de tensión,
luz en los momentos oscuros,
pan en los períodos de debilidad,
seguridad en los pasajes de desánimo.

Al mirar a las personas Cometa
es bueno no sentirnos como ellas,
ni desear el agarrarnos de su cola.
Al mirar a los Cometa, es bueno sentirse Estrella,
dejar por sentada nuestra existencia,
nuestra constante presencia, vivir
y construir una historia personal.

Es bueno sentir que somos luz para muchos amigos
y que ellos nos han iluminado a su vez.
Es bueno sentir que somos calor para muchos corazones
y que esos corazones nos arroparon
cuando el frío nos castigó.

Ser Estrella en este mundo pasajero,
en este mundo lleno de personas Cometa,
es un desafío, pero por encima de todo, una recompensa.

Ser Estrella es nacer, vivir, y no existir apenas