MI QUERIDO PANCHO

Hoy no tengo ganas de escribir nada, ni de copiar nada, ni nada de nada de nada.
Sólo tengo ganas de llorar.
De llorar la pérdida de mi querido PANCHO.
Has sido un fiel amigo, noble, cariñoso...entrañable.
Llegaste a nuestras vidas por casualidad.
Recuerdo aquél primer día, en el que no nos conocías, y te escapaste, y corriste, y corriste, y corrimos todos detrás...y aquél camión que se apareció de la nada...y el golpe que te llevaste.
Entonces pensé que nosotros no estábamos hechos para tener perros. Veníamos de la capital, de un piso donde nunca un perro hubiera entrado, y de momento llegaste tú, venías a cuidar de nuestro campo...
Y has sido tan bueno. 
Nos has querido tanto....y te hemos querido mucho, muchísimo.
Sabía que este día iba a llegar. Ya estabas malito. Ya tenías muchos años.
Mi única obsesión es que no sufrieras.
Te hemos cuidado hasta el final. 
Sé que tú has sabido lo mucho que te queremos.
Sé que te vas tranquilo por el cariño que te hemos dado.
Pero...dejas un hueco tan grande, un vacío tan enorme.
Por muchos animales que tengamos jamás olvidaremos a nuestro querido PANCHO.
Has sido el mejor. 
Descansa en paz.