jueves, 8 de mayo de 2014

Hoy es tu día


Esta mañana desperté emocionada con todas las cosas que tengo que hacer antes de que el reloj marque la media noche.
Tengo responsabilidades que cumplir hoy, soy importante.
Mi trabajo es escoger qué clase de día voy a tener. Hoy puedo quejarme porque el día está lluvioso, o puedo dar gracias a Dios porque las plantas están siendo regadas gratis.No obstante, hoy se ha despertado un día claro.
Hoy me puedo sentir triste porque no tengo más dinero, o puedo estar contento porque mis finanzas me empujan a planear mis compras con inteligencia.
Hoy puedo quejarme de mi salud, o puedo regocijarme porque estoy viva. Pensar el tiempo que me puede quedar va a convertirse en un segundo plano.
Hoy no puedo lamentarme por todo lo que mis padres no me pudieron dar mientras estaba creciendo, o puedo sentirme agradecida de que me permitieran haber nacido, y sentirme orgullosa y feliz por todo lo que siguen dándome,  ayudándome y queriéndome.
Hoy puedo llorar porque las rosas tienen espinas, o puedo celebrar que las espinas tienen rosas.
Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a trabajar o puedo gritar de alegría porque tengo un trabajo.
Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a la escuela, o puedo estudiar y abrir mi mente enérgicamente y llenarla de nuevos y ricos conocimientos. Cada día aprendo más al lado de mis alumnos.
El día se presenta ante mi esperando a que yo le de forma, y ¡aquí estoy yo!… su escultora.
Puedo dar gracias a la vida de que los desastres que me han rodeado en este último tiempo se van superando y dejando secuelas para el recuerdo. Secuelas que van madurando y con las que voy adaptándome a la vida.
Recapacito sobre las personas en las que un día confié u que me han traicionado. Las que me embarcaron en aventuras para dejarme luego navegando contracorriente. Las que ahora exigen lo que no les corresponde.
Pero mientras tenga vida, mientras mi enfermedad me deje luchar contra todo seguiré construyendo mis días.
Quiero recuperar mi sonrisa, recuperarla desde el corazón, no finjirla, sentirla.
Que el dolor que unos quieren que siga manteniendo no pueda conmigo ni un minuto más.
Lo que suceda hoy depende de mi, de nadie más. Yo debo escoger qué tipo de día voy a tener.
Ten un gran día… Disfrútalo.

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