jueves, 11 de abril de 2013


El León y el Ratón

Dormía tranquilamente un león,
 cuando un ratón empezó a juguetear encima de su cuerpo. 
Despertó el león y rápidamente atrapó al ratón; 
y a punto de ser devorado, le pidió éste que le perdonara, 
prometiéndole pagarle cumplidamente llegado el momento oportuno.
 El león echó a reir y lo dejó marchar.
Pocos días después unos cazadores apresaron al rey de la selva
 y le ataron con una cuerda a un frondoso árbol. 
Pasó por ahí el ratoncillo, quien al oir los lamentos del león,
 corrió al lugar y royó la cuerda, dejándolo libre.
-- Días atrás -- le dijo --, te burlaste de mí 
pensando que nada podría hacer por tí en agradecimiento. 
Ahora es bueno que sepas
 que los pequeños ratones somos agradecidos y cumplidos.

Nunca desprecies las promesas de los pequeños honestos. 
Cuando llegue el momento las cumplirán.

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